martes, 12 de mayo de 2009

QUERIDO ANTONIO


Y pensar que hace unos días estaba ilusionada por ir a tu concierto en Almería, por escuchar la voz del genio en directo, poder emocionarme oyendo de tus labios “el sitio de mi recreo”, me puse muy triste cuando me entere de que la actuación se suspendía porque estabas en el hospital, quería escucharte antes de que tu voz se apagara para siempre, pero no ha podido ser.

Hoy te marchas dejando viuda a la chica de ayer y huérfanos a los amantes de la música, de la poesía y del arte en general. Cada vez que suenen tus canciones recordaré al artista que fuiste y me volveré a emocionar como siempre.

Allá donde estés, GRACIAS Y HASTA SIEMPRE ANTONIO

P.D. Los genios no deberíais morir.

1 comentario:

Jochimíng dijo...

En realidad, María, los genios nunca mueren...